viernes, 16 de septiembre de 2016

Simples mortales

Desde siempre me he quejado de la mala herencia genética que me dejó mi familia. Lo hacía un poco en tono sarcástico y jamás le di importancia porque al fin y al cabo eran trivialidades. Que si la nariz, que si la boca, que si la mala circulación, que si estoy plana, que si las orejas están muy despegadas... Eran cositas que me preocupaban porque yo siempre me fijaba en lo malo, claro. "He heredado todo lo malo, mamá", y mi madre se reía; yo también lo decía riendo. Se trataba solo de rasgos físicos, que cuando eres chica es lo que te preocupa, y a pesar de todo... "qué bonica ha salio la niña". A medida que creces vas aprendiendo a "ordenar" esos defectos, a camuflarlos y si tienes un poquito de gracia, hasta les sacas partido. Hoy ya no me quejo tanto de esas cosas. Cuando creces te preocupas más de otro tipo de herencias: mi boca es un desastre y perderé dientes, me quedaré sorda como mi abuela, y lo último es que alguien me ha dejado una poliquistosis renal. Esa era la dolencia de este verano (nada de cólico nefrítico) y aunque parece no ser nada grave es algo que con los años puede derivar a fallo renal. Así que al final acabaré siendo una vieja sorda y desdentada, con las piernas llenas de varices y que no podrá andar porque le fallará la rodilla derecha. Y estaré sentada en mi butaca esperando la llamada para un trasplante de riñón que llegará cuando ya no me queden ganas de vivir. Y eso suponiendo que llegue a vieja. ¿A qué edad se hace una vieja? No quisiera verme nunca así, y tal como viene funcionando la sanidad en este país, quizá lo consiga. No me dan cita para el urólogo por la seguridad social. Llevo un mes esperando y me dicen que de momento no pueden atender a nadie. Vuelvo a tener molestias en el abdomen, ahora sé lo que tengo, pero no sé cómo tratarlo. He tenido que recurrir a la medicina privada porque no me hace ninguna gracia que me digan "si te hubiesen atendido antes sería menos grave, pero ahora...". Porque se supone que no es tan malo lo que tengo pero me he informado y sí sé que empeora con los años, que si no te tratan cuanto antes puede derivar en cosas más chungas y últimamente solo me llegan malas noticias de gente que conozco y que se ha muerto (o se está muriendo). No lo puedo soportar... nos morimos, eso lo acepto, pero la enfermedad no la soporto. No soy buena para encarar el sufrimiento. Soy de las que prefieren morir joven que vivir muchos años enferma y no acepto que el remedio sea peor que la enfermedad. Nos creemos indestructibles, pero basta un pequeño síntoma para recordarnos que somos simples mortales y que hoy estás aquí pero mañana igual no. Me pongo en manos de un especialista no para que me salve la vida (eso no lo puede hacer nadie), lo hago para que lo que me quede lo pase bien, sin dolores. Me da igual morir mañana o dentro de 40 años, pero mientras esté viva quiero estar bien. Si me quedo sorda me pondré un aparato para oír, y si se me caen los dientes me haré implantes, pero si me falla el riñón no puedo hacer nada sino confiar en que el urólogo haga que eso ocurra lo más tarde posible y sin dolor. Y a los que me decís que siempre escribo cosas "malas"... es verdad, pero ya lo he explicado varias veces. Yo escribo para curarme, para soltar lo feo, hablo de lo que me da miedo, de lo que me disgusta... Lo bueno no lo escribo, lo celebro en un bar; no soy de ir contando miserias por ahí, me las quedo yo y las suelto aquí como una terapia de autoayuda. También he compartido cosas buenas, solo que quizás no le he dado el halo de profundidad que me sale cuando algo me incomoda. Me pasan cosas buenas, claro. De hecho me siento privilegiada de estar donde estoy, haciendo lo que me gusta y haciéndolo no muy mal, creo... El próximo miércoles toco con mi banda en el pub Magic a las 22:00h y los dos últimos bolos que hicimos el pasado fin de semana salieron muy bien (especialmente el del domingo en el Restaurante El Peñón de Salobreña), dentro de poco estreno con Juan Megías "La Curiosidad Mató al Gato", y mientras movemos "El Desvarío" vamos a empezar a mirar una nueva obra con Jalea Teatro. Estas cosas son las que me animan a seguir y me empujan a hacer lo que sea para tener buena salud, como pagar un médico privado que me va a sacar los ojos pero que por suerte mis padres se pueden permitir ese gasto (yo no podría). Si empezamos a morir desde que nacemos más vale que la transición sea bonita y cuando llegue la hora de irse poder decir que has hecho lo que tenías que hacer y a tu manera.


Mi nuevo videobook 2016





"The Happy Fish" en la Vintage Pool Party (Festival Swing Monachil 2016)
Vídeo realizado por Jorge Onieva
Tema: "Crazy People"


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

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