domingo, 26 de julio de 2015

MAL

Casi terminado el rodaje de "MAL" (Miedo Aflicción Locura) ya estoy pensando qué será lo próximo. Las cámaras me crean adicción. Este trabajo me ha gustado mucho a pesar de que estuvimos todos casi 24 horas sin dormir. Fueron dos días intensos y cansados, pero sarna con gusto no pica. He conocido gente estupenda, que trabaja bien, gente agradable que te hace las cosas fáciles. En mi caso, era la primera vez que tenía una escena de cama y estaba nerviosa, y al final fue la más divertida de rodar (Nota: NO salgo desnuda). Probablemente esté listo para octubre y tengo grandes esperanzas en que se le dé el reconocimiento que merece. Hay un equipo detrás que vale mucho (el equipo de delante también...) y eso le da calidad al corto. He trabajado con profesionales y con estudiantes y empiezo a distinguir bien los trabajos de unos y de otros. Tuve una charla con Carlos Pereira, compañero de escena, y entendí que a veces es mejor decir que no a ciertos "trabajos", forma, quizás, de que te valoren más cuando se trate de proyectos importantes. Hasta ahora es verdad que no he rechazado casi nada, en parte por el mono de actuar y en parte por adquirir mayor experiencia, pero es cierto que llega un momento que te quema. Hay que poner muchas cosas en la balanza y preguntar más. La decisión dependerá de lo que digan las tripas, pero siempre sabiendo lo que hay y teniendo claras las razones para hacer algo o dejar de hacerlo. Con mi nuevo look y mi nuevo chip, empiezo a tirar balones fuera de Granada, ahora más que antes. Nunca se sabe dónde va a caer, pero con suerte, puede que metamos un gol.






domingo, 19 de julio de 2015

Esos días de verano

Disfrutando del verano tal como se presenta. Tengo trabajos y ensayos, proyectos por desarrollar, clases. Solo me aburro en casa, entre el calor y el poco que hacer pero, por suerte, esos momentos son los menos.
La semana que viene comienzo el rodaje de un nuevo corto que tiene muy buena pinta. Se llama Miedo Aflicción Locura, y lo dirige Jorge Onieva. Un trabajo que me estoy tomando muy en serio porque le veo buen futuro. Ya tengo el teaser de A Solas y el corto Recuerdos, aunque no puedo publicarlos aún. En ambos tengo una corta participación pero todo suma. Si todo va según lo previsto, este verano rodaré también un videoclip y otro corto con Onieva. A parte, sigo ensayando con mi grupo de swing: The Happy Fish. La semana pasada nos reunimos los cuatro componentes: Willy James, Stik Cook, Alba Mata y yo, y parece que la cosa va a salir bien. Al menos, a nivel personal, me siento satisfecha con el desarrollo. Me gustan las canciones, me gustan mis compañeros y me motiva muchísimo cantar en este grupo.
En agosto, que es el mes oficial en el que todo se para, yo (gracias a dios) sigo trabajando. Tengo una feria medieval en Padul para una animación de dos días (8 y 9 de agosto), y del 4 al 14 tomaré clases de danza clásica y contemporánea. El tiempo de ocio lo aprovecharé para eso que tanto me gusta de no hacer nada, sobre todo porque en septiembre voy a estar a full. Comienzan los ensayos de Macbeth, Lúcidamente Ebrias y seguimos con los de The Happy Fish, y en octubre me apunto (bueno, ya me he apuntado) a clases de Cine (¡por fin!) y de Teatro Gestual en la Escuela Remiendo Teatro.
De mientras, todo lo que sale me interesa: visitas nocturnas al cementerio para ver a mi amigo Javi, quedadas con amigos, playa, río, el Corral del Carbón y lo que se tercie. Además, hace unos días recibí un regalito "caído del cielo". Se llama Robinson Crusoe (Robin para la familia) y es un agapornis bebé, precioso, que se ha debido perder. Ya ha encontrado su sitio...
Dejar algunas cosas en el pasado y mirar hacia adelante me ha hecho bien. Aún así, hay cosas que todavía tengo que resolver pero supongo que lo haré cuando sienta que es el momento. Ahora estamos en esos días de verano en los que es mejor pasar un poco de todo.

viernes, 3 de julio de 2015

Black floor energy

Hacía años que no sufría tanto el verano. El calor aplastante que tenemos y que va en aumento hace imposible cualquier tipo de actividad física. El simple hecho de levantarme de la cama ya me cuesta horrores. Voy de un lado para otro cual lagartija, incapaz de mover más músculos que los necesarios. Todo cuesta demasiado, y eso no ayuda a mi estado de ánimo al que ya he calificado de black floor energy. Se juntan muchas cosas para sentirme así. Nunca me gustaron los parones, los cambios, los finales. Readaptarme a las circunstancias es un ejercicio que no va conmigo por el esfuerzo interno que requiere. Dejar que todo fluya es la filosofía de mucha gente para estos casos y seguramente estén en lo cierto, pero yo no soy de pasar de todo, que es lo que a mi me sugiere eso de "dejar fluir". En cualquier caso voy a probarlo, que para mandar algo a la mierda siempre hay tiempo.
Dicen que la vida no te da lo que quieres sino lo que necesitas. Si eso es cierto, puede que muchas de las cosas que me están pasando últimamente tenga sentido, tanto las buenas como las malas. Soy persona de desanimarme con facilidad, aunque eso de "con facilidad" no lo tengo tan claro. Me desanimo porque tengo razones que me pesan, y que a lo mejor una persona happy flower lo mismo aguanta mejor, pero yo no. Tras el último bofetón de realidad, de una serie que ya empezaba a ser larga, he decidido cambiar mi actitud, pero eso no quita que, como ser humano, no sienta el dolor de las ostias. Lo veía todo muy bonito desde mi nube y volver a poner los pies en el suelo me ha mostrado cosas que no quería ver. Pero a fin de cuentas esa es la realidad, y no querer aceptarla es un gasto de energía agotador e inútil. Así que en lugar de lamentarme por lo que no tengo o cagarme en la gente que pasa de mí, mejor será valorar lo que sí he conseguido y agradecer a los que sí me dan una mano, y me ayudan, y confían en mí. No sé por qué siempre tendemos a darle más importancia a lo malo, por qué una mala crítica pesa más que mil felicitaciones, por qué el rechazo de unos pocos tiene más fuerza que el apoyo de muchos. Por la razón que sea, parece que lo malo siempre es más fácil de creer. Sea como sea, nadaré a contracorriente para despegar del black floor y alcanzar el white ceiling, agarrándome a todos los salvavidas que encuentre en el camino, y lo demás... pues que fluya, que yo mientras tanto me voy de rebajas, siembro semillitas, paseo a mi perra, y sigo trabajando. Y donde la energía no acompañe, desconecto y punto, que por algo será.