martes, 13 de septiembre de 2016

Be water, my friend

Las corrientes de aire ya empiezan a colarse por las rendijas de la ventana trayendo consigo un otoño temprano. Ya no apetece estar desnuda en casa y menos aún en la playa. Se va acabando la época de pies negros, sábanas en el suelo, pelusas volando al son del ventilador, helados con películas, duchas sin gastar butano, paseos nocturnos y tobilleras. La bajada de temperatura me enfría la cabeza, que no el corazón, y puedo ver y actuar de acuerdo a la realidad. Una realidad que guste o no, dañe o no dañe, es la única que hay. Mi corazón caliente me lleva a comerme al primer hijo de puta que ose poner un dedo encima a lo que más quiero; mi cabeza fría me dicta cómo hacerlo sin perder la dignidad (y sin ir a la cárcel). Me he dado cuenta de que somos un mero reflejo en los demás, un reflejo de nosotros mismos. Que aquel que piensa que la gente es mala, es porque aquel es malo. El ser yo "inocente" con la bondad ajena me deja en buen lugar pero no me exime de sufrir los complejos de otros, aunque sea de manera indirecta. El veneno que lleve cada uno no me lo trago, pero a veces salpica y la única solución es mantener a la serpiente alejada para que no la tengas que matar. Y si esto trae consigo alguna desdicha no será mayor que el dejarse apabullar.
Septiembre ha llegado (tanto que lo ansiaba) con nuevas lecciones de urbanidad, con promesas de un cambio a mejor, con el examen de repesca preparado retándome a subir nota. Mostrándome la doble cara del demonio y la doble cara de dios y animándome a jugar al quién es quién. Y una sigue creciendo a palos sin merecer más que un hilo de cordura en la jungla de una cabeza que desearía seguir siendo inocente pero que sabe que de ser así se la comen los leones. Y hay que crecer aunque no queramos, y aprender a templar la sangre, y ganar batallas con el diccionario.
Son las 17:30. Dicen que va a llover. Creo que nada me apetece más...

Empty your mind, be formless, shapeless...like water. 
You put water into a bottle, it becomes the bottle.
You put water into a teapot, it becomes the teapot.
Water can flow, or it can crash.
Be water, my friend...

(Bruce Lee)

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