jueves, 1 de diciembre de 2022

Work in progress

A lo largo del otoño me han surgido varios cástings para publicidad, he pasado filtros, me han pillado para una peli, conseguí un curro de extra que después se cayó... O sea que sigo sin un duro, pero las posibilidades de trabajo están más presentes que nunca. De hecho, parece que tendré continuidad en la revista (adjunto el artículo de octubre; en noviembre no participé porque era un número temático que desconocía), y además estoy en la última fase del proceso de selección para un trabajillo que me daría algo de oxígeno. Y si no sale, seguiré buscando. O puede que me toque la lotería de navidad como recompensa a tanto dinero que se me ha escapado de las manos, cuando casi lo estaba tocando. Ése sería el mejor de los escenarios, porque entonces podría dedicarme 24/7 a los nuevos proyectos, uno de los cuales quisiera tener listo para mayo, como tarde. Y para sacarlo adelante necesito paciencia, disciplina, atención y una buena inversión de energía y tiempo. Quizás con todo eso junto pueda vencer la pereza, que siempre ha sido, y será, mi mayor lacra. 

Y mientras espero los cástings, la BSO para terminar mi corto, la llamada de mi posible jefe, o la deseada inspiración para meterle mano al nuevo espectáculo, me entretengo llenando mi vision board de cosas imposibles, haciendo inmersiones en inglés para ir andando mi parte del camino a Wonderland (why not?!), y practicando coritos.

Elegí esta canción por varias razones. La más obvia es que mezcla tres voces distintas, y eso viene genial para practicar coros. La segunda razón es el mensaje (tan apropiado para mí desde finales de agosto), y la tercera es que este tema ya lo tenía premezclado y sonaba genial, salvo por un detalle que no podía cambiar. Y me ha llevado un año decidirme a regrabarla. O quizá algo menos... no sé en qué momento ocurrió el tan deseado cambio. Pero un día, por fin, pude escuchar aquellas "antiguas" canciones sin que me supusiera una tortura. Y hace bastante tiempo de esto, solo que entonces me era tan indiferente y tenía cosas infinitamente más absorbentes en la cabeza en esos momentos, que ni dejé constancia de algo que, hace mucho tiempo, me hubiera gustado leer lo antes posible. Y sí... de pronto podía (y hasta me apetecía) escuchar esas canciones, y ver esos vídeos, y regodearme, y sentirme orgullosa. Y casi a la vez en el tiempo, reapareció un viejo amigo de Madrid, y un nuevo documental en los cines. Así es como funciona el enrevesado engranaje de esta cosa rara y efímera que llamamos vida. 



bebajimenez · Teach Your Children Cover