jueves, 16 de marzo de 2023

Retos

El pasado viernes fue el último día de toda una semana recibiendo mensajes de voz de distintas partes del mundo, gracias a una cosa llamada Speaking Challenge, a la que me enganché sin tener mucha idea de lo que era exactamente. La experiencia fue genial. A pesar del resfriado gordo que me agarré, la semana fue llevadera, en gran parte, gracias a este “experimento”. Me levantaba cada día con varios audios en mi móvil, y con un nuevo tema que discutir. A lo largo del día escuchaba los audios de los demás, gente de todas partes (Argentina, Brasil, Francia, República Checa, Italia, Congo, Tailandia…). Ell@s escuchaban el mío, y Matt nos enviaba el feedback al día siguiente. Parecía como si no estuviera sola, que es como de hecho estoy, y estaré, hasta el 31 de marzo. Sola y ocupadísima. Grabando, ensayando, escribiendo, moviendo el coche, haciendo la compra, sacando al perro, estudiando… Se me va a quedar corto el mes. 

El lunes nos despedimos por videoconferencia, donde Christian (ese australiano tan guay que sólo conocía a través de Youtube) habló con nosotr@s, y a mí me hizo hablar también. Me preguntó cosas que supe responder, y otras que supe improvisar. Hasta le presenté a mi perro. Comunicación fluida. Esa asignatura pendiente, ese reto que me autoimpuse, por fin está dando buenos resultados. También el lunes grabé mi primer vídeo en inglés. 

Y el domingo antes, como casi todos los domingos, tuve otro chat online, pero con Aly. Con él encontré una ranura por la que podía entrar, y me metí. Puede que hagan falta muchos domingos para hacerme más visible, pero no pierdo nada por "estar ahí". Al fin y al cabo forma parte de mi hoja de ruta.  Puede que sólo sea cuestión de tiempo, y de sutil insistencia. 

Parece como que todo lo que me pasa últimamente me acerca más a ese lugar. Todo son retos enfocados hacia el mismo objetivo. Y todos ellos requieren dinero, tiempo y paciencia para hacerlo bien. De hecho, Harrison lo describe perfectamente. He aquí la banda sonora de mis días, desde hace muchos días, y por muchos días más. 

Sí... tengo mi mente puesta en ti, niño, con tu nombre y renombre propio. 


I know if I put my mind to it

I know that I really can do it

Got my mind set on you (G. Harrison)