lunes, 30 de marzo de 2015

Estrellas fugaces

Se acaba el mes de marzo. La primavera llegó enfadada pero parece que se calma, y yo me siento... inquieta, como si se acumularan un montón de cosas dentro de mí y tuviera la sensación de que en cualquier momento revienta todo.
Veo pasar ante mis ojos momentos que, como estrellas fugaces, duran un segundo, pero su estela te deja toda la noche mirando el cielo. Momentos que se ahogan en un vaso lleno hasta arriba de bourbon, momentos que huelen a leña quemada en la chimenea, que llevan impreso un sol enorme y todos los colores de un parque, momentos con nombre de canción. Y en esos momentos hay verdad. Aunque dure un segundo, no importa; ese segundo es de verdad. Una verdad que abrasa y que quizás por eso no se puede olvidar.
Pero de lejos ya veo puertas que sé que no atravesaré porque sé a dónde conducen. Y prefiero ser espectadora de mi propia experiencia que actriz en una obra que ya conozco, que ya interpreté, y que sé cómo acaba. Prefiero vivir en la inconsciencia, en el no saber qué viene, en la sorpresa de un minuto de magia de esa que te hace tirarte al vacío sin pensar. Solo así, en ese instante, en ese momento, lo doy todo, y cuando acabe, me lo guardo, y si revienta hago confeti, canto, meto algún acorde o te cuento un cuento. Pero es todo mío y lo será siempre, Y la próxima también.

Le sigo pidiendo el mismo deseo a mis estrellas fugaces...



"Across the Universe" (Fiona Apple)


Nothing's gonna change my world

viernes, 20 de marzo de 2015

Perdidos

Hay veces (a todos nos ha pasado) que creemos revivir un momento. Suele durar unos segundos, pero lo suficiente para que nos demos cuenta de que ese momento ya lo hemos vivido. Dicen que es debido a un "fallo del cerebro", pero no hay una demostración real clara. Tendemos a querer darle una explicación racional a todo, pero quizás hay cosas que no se pueden explicar. Puede que esos "flashbacks" sean reminiscencias de otra vida, aunque eso tendría más sentido si fueran momentos críticos, importantes, significativos, y no que te ocurra abriendo un paquete de galletas, por ejemplo. Sea como sea, a mí me da que pensar... Las cosas que no se entienden me flipan mucho, quizás por eso me enganché tanto a la serie "Lost" ("Perdidos"). Me gusta creer, aunque seguramente me equivoque, que hay alguna vida por ahí, paralela o after death que significa algo, que responde preguntas, que tiene algún sentido. Y si es así, quiero una banda sonora bonita para reencontrarme con mi gente, como en la serie, pero no quiero una iglesia, ni luz al final del camino, y mucho menos un limbo. Cada vez estoy más segura de que en esta vida vamos a tientas, "perdidos"... Anoche, con dolor de pecho y de estómago, soñé cosas muy raras que si lograra recordarlas tendrían mucho sentido, pero no me acuerdo... Igual sé que no hace falta otra vida para revivir ésta; se llama experiencia, y me siento como si tuviera 120 años cuando lo pienso, pero es así. Ojalá al final, al final de todo, cuando ya no haya nada, podamos revivir solo lo bueno. Final, pero final feliz, si es que eso existe.

Pd. No me estoy muriendo.

viernes, 13 de marzo de 2015

El vacío

Cada vez tengo más claro que las personas entran en tu vida por una razón. Algunas la desbordan y otras dejan vacíos. Pero los vacíos son para llenarlos... Se acaba la semana del tango y estoy a tope de trabajo. Se acumulan demasiadas cosas en poco tiempo y todo no se puede. Selecciono caprichosamente lo que vale la pena, a veces sin darme cuenta de donde está eso. Pero tomar caminos está bien, aunque haya que dar la vuelta más tarde o más temprano. Puede que la mezcla de estrés y emociones contradictorias me hayan vuelto vulnerable estos días y haya buscado desesperadamente dónde refugiarme, cuando en realidad ya tengo ese refugio. Un refugio que lo encuentro en muchos ojos, en brazos de amigos, en un escenario o en una canción. La magia, al fin y al cabo, va y viene y es mejor cuando te sorprende, cuando no la ves venir, cuando todo se dispone a su favor. Un tropiezo no tiene que significar una caída, y si caigo me levanto sola; sé lo que me espera al hacerlo y eso es lo que me anima a subir. He aprendido a valorar lo que es capaz de dar cada uno, y me quedo con eso, porque eso es lo que me sirve y lo que me da cuerda. Beber en vasos rotos termina por cortarte, pero incluso el sabor de la sangre nos atrae. Hasta qué punto es lo que hay que valorar... Este finde termina el festival de tango, el rodaje del corto y el vacío.

martes, 3 de marzo de 2015

Un tango al sol

Con Jorge Onieva en el Retroback 2015
Se acaba el Retroback y en una semana comienza el Festival de Tango. Entre medias tengo cantares de ciego, viñetas, nuevo personaje para el parque, nuevo cuento, y nuevo cortometraje. A full hasta el 15 de marzo, mínimo. Cómo voy a echar de menos tanta actividad y ajetreo después de mayo... Pero para eso aún queda y yo sigo disfrutando la rutina diaria; realmente me siento feliz con lo que tengo, y cuando se acabe, se acabó.
Viñeta para los cantares de ciego
El mimo será pronto Arantxa la deportista











La primavera está cerca y la espero con ganas. Hay mucho por hacer: planes, actividades, cursos, estrenos, viajes, celebraciones... De momento me preparo para el festival. A pedir días en el trabajo para aprovechar la presentación, las milongas y los últimos días de cartel, y comprarme algo bonito para hacer acto de presencia. Nada de bailar porque para retomar clases no tengo ni tiempo ni pareja, así que mejor me dedico a las relaciones sociales.


Programa del Festival de Tango 2015
Abriendo puertas haciendo lo que sé hacer, tratando a los demás como me tratan y viviendo según mi instinto me siento, por fin, consciente de mi libertad. Una libertad que controlo evitando así ser controlada. No me olvido de lo que queda atrás, pero mis ojos miran hacia adelante buscando el orden (a veces tan solo) con un mate, una canción y tabaco de liar. Mi orden y mi caos casi siempre es la misma cosa, pero sucede que de vez en cuando algo de ahí sale bien y eso llega a compensar el desequilibrio.