martes, 20 de mayo de 2014

Lo mío es puro teatro

El teatro puede a llegar a ser tan mágico que siento lástima de la gente que nunca lo ha probado. Aunque solo sea una vez. Probar a sentir tanto, a sobrepasar tus propios límites de la cordura, de la vergüenza, de la normalidad, de las emociones. Cuando pasamos ese límite entramos en una conexión desconocida, o poco frecuentada, con nosotros mismos. Nos abrimos a algo que lo abarca TODO. Y ese todo va desde lo más simple a lo más complejo, de lo real a lo imaginario, del dolor a la risa. 
Cuando una hace teatro corre el riesgo de que se abran heridas (tema difícil de tratar), pero el actor trabaja con sus emociones, esas son sus herramientas. Y si queremos explorar y para ello es necesario abrir heridas, te las abres. Y al menos durante el rato que estas trabajando,con las luces, el espacio, los estímulos, la música, lo que te dan los compañeros, lo que tu te permites… durante ese rato, la realidad se transforma en magia, y eres capaz de tocar el dolor o la felicidad con las punta de los dedos. Se llama pasión. Y cuando la pasión se desborda nos transformamos. Y juro que eso es MAGIA. Es duro dedicarse a la interpretación, enfrentarte a tus fantasmas, a tus miedos, a tus heridas, a ti… pero yo al menos no lo cambio por nada. No podría vivir sin emociones; sin tocar las emociones como las toco haciendo teatro, vivirlas desde ahí… 
Y de pronto echas de menos a ciertas personas que se fueron de tu vida, y odias con ganas a las que te hicieron daño, y amas a las que te hacen sentir el amor, y sientes una imperiosa necesidad de demostrar todo eso, de tener delante a esa persona y decirle te quiero, o decirlo te odio, o decirle que te vuelve loca, o decirlo que es un hijo de puta. Y cuando hay verdad, no te equivocas, y no existe confusión por parte de nadie. Todo es de verdad, así se transmite y así se entiende. Y si las palabras no son suficientes, quedan los gestos, el cuerpo, la boca muda, la emoción viva... el propio silencio puede ser de lo mas elocuente. 
Todo este discurso viene porque acabo de salir de clase, y he llegado trastocada a casa. Los estímulos de Mayi especialmente, han abierto hoy una puerta al pasado. Me han transportado a un entorno que tenia olvidado a medias. Y hoy no he puesto resistencia. He dejado abrir esa puerta, he vuelto a ese lugar y me he desangrado por dentro. Y entre una mezcla de añoranza y deseo, he vuelto caminando en esta noche tranquila, mientras resonaban en mi cabeza los ecos de un Libertango lejano, y la ciudad parecía transformarse conmigo. Miraba a mi alrededor y lo percibía todo diferente, como si estuviera en otro lugar, y he notado dentro sensaciones contenidas de esperanza, de pasión, de libertad, de vida… Es maravilloso hacer teatro, aunque luego se vuelva a la realidad, a los limites, al orden… pero por un rato, me sirve para dejar de ser quien soy y convertirme en quien quiero ser. 
Mayi dijo hoy una frase interesante: "La emoción es la confusión de los sentimientos", cuando no sabes por qué lloras, si es de pena o de alegría, si hay amor o pasión, si te duele o te da placer. Esa frase me ha contestado muchas preguntas, y ahora no sé lo que siento; será que estoy emocionada, y que es tanta esa emoción que casi no la aguanto.




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