lunes, 15 de abril de 2024

Ventregada

Vuelvo a hacer el registro en lunes porque (bendita suerte) ayer estaba demasiado acelerada para escribir. La semana fue relajada en general, dejé oficialmente el curso de inglés y esperé lo más pacientemente que pude a que llegara el miércoles para recibir noticias del bar: ¿"gracias pero no vamos a contar contigo"?, ¿"vuelve el finde otra vez"?... me esperaba cualquier cosa. Y el miércoles se acabó la incertidumbre: "Buenas tardes, Beba, ¿te vienes el viernes para las 12:30?", y con ese mensaje se me abrieron las puertas del cielo. 

En medio de esos tres días pasé por distintos estados. No me centraré en los detalles, pero el domingo estaba convencida de que sería mi último día allí, porque iba a poner algunas condiciones para continuar que no esperaba que aceptaran. Pide y se te dará es la frase que mejor resume un domingo glorioso tras dos días de dudas, autocompasión y al borde del colapso. No puse una condición, puse varias. Todas aceptadas. Incluso, ¡incluso! me han dado el próximo sábado libre para estrenar el trocito de monólogo, una fecha que tenía cerrada desde marzo, y que tendría que cancelar con esto del trabajo. Pensé que después de que me aceptaran todo lo que pedí, no era recomendable apretar más a la suerte pidiendo un sábado entero libre. Pero no lo di por hecho y probé. Algo me decía que preguntara. Algo me decía que TENÍA que preguntar. Y sí... este sábado estreno, porque tengo el mejor jefe del mundo. Y, últimamente, la mejor suerte del mundo. Llegué a casa más temprano de lo que esperaba, con los bolsillos llenos, y sin poder creerme tanta buena racha, tanta recompensa, tantos regalos caídos del cielo. 

Cuando leí mis páginas el lunes descubrí cosas interesantes, patrones, quejas sistemáticas... fue el ejercicio más iluminador. Como también lo fue hacer memoria de miedos y resentimientos. Y todo lo que me viene pasando me encamina a aquello que quiero, al lugar soñado. Poner mis prioridades en su sitio (o sea, lo primero), y tratarme como "lo que soy" nunca me ha salido tan jodidamente bien. Va a ser verdad que todo es cuestión de fe. Incluso si la cosa se torciera en algún momento, ahora sé que significaría algo bueno, algo mejor... (¿sólo con creerlo?). Parece que es así... que no es suerte, ni magia.. Es querer, creer y confiar, por lo visto. 

La de cosas que estoy aprendiendo...

La de cosas que estoy recibiendo...

Hoy, metida ya en una semana nueva, he empezado con las nuevas directrices. Tomarme el día de descanso ha sido lo primero. Un día para recapitular, para no imponerme nada, y, muy especialmente, para aliviar tensiones, lo que no me ha dejado capacidad para más. Hay días así; y me encantan. Por más tortuoso que sea en el fondo. 


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