viernes, 18 de diciembre de 2015

De gorra

Hace un par de días conocí mejor a una señora llamada Edith Piaf. La película, "La vida en rosa", me llegó en el mejor momento posible (encima hoy le han dedicado un programa especial en "Saber y Ganar").
Los mejores artistas, o la gran mayoría, empezaron en la calle, a la gorra, a merced de la voluntad de los viandantes, muchos de los cuales ni siquiera se paran a mirar quién es esa persona que se atreve a mostrarse sin ningún reparo ante el público; qué hace, por qué lo hace. Algunos curiosos se detienen un momento antes de reanudar su camino, otros prestan atención, unos pocos incluso se conmueven, o se divierten, o aprenden y entonces dejan su monedita, se interesan por el/la artista y aprecian que existan, que se muestren "gratis", porque quizás algún día cobren un pastón por el mismo espectáculo y ya no lo puedan pagar. Edith Piaf, como tantos y tantas más, empezó cantando en la calle y al terminar pasaba la gorra, y quizás malvivía, pero alguien la vio y se la llevó a cantar a un local, donde otra persona también la vio y la convirtió en algo mucho más valioso, tanto que al final llegó a convertirse en icono. Ya no era una cría desaliñada cantando en la calle, era la Piaf.
Mañana me voy a la calle con dos de los mejores actores que hay en Granada, a pasar la gorra. Puede que no saquemos un duro, o que como mucho nos dé para irnos de cervezas, pero en ese caso brindaremos por ser lo que somos, y hacer lo que nos gusta, sin pudor y sin pretensiones. Será mi primera experiencia "a la gorra" y la voy a disfrutar pase lo que pase. No se disfruta solamente en un gran teatro rebosante de público. Si haces lo que te gusta lo disfrutas donde sea que lo hagas, y no es más artista el que está en los escenarios, ni mejor el que se licencia en las escuelas. Es artista el que demuestra su arte y el que lo defiende, ya esté en el Carnegie Hall o a pie de calle. Y este fin de semana, esta insignificante artista con todo por aprender, se tira a la calle a hacer lo que le gusta y "de gorra".
Con esta escena de la película, me despido, con esta pedazo de actriz que es Marion Cotillard, y con este canto, que es el mío, de la enorme Edith Piaf.


No hay comentarios: