sábado, 15 de noviembre de 2014

Indignada

Ayer vi el famoso anuncio de la lotería de navidad de este año. Como buena sensiblera que soy, me emocionó. Poco después leí este post sacado del blog de Jon D. Domínguez (director de fotografía cuando se hizo la maqueta del anuncio), y como buena sensiblera que soy, me tocó la moral:

Mi `making of´ del anuncio de la lotería

No soy capaz de entender la avaricia de la gente, tan desbordada que pone por delante cualquier cosa antes que a las personas. He leído muchos comentarios a este respecto, he leído opiniones de todo tipo y he leído la "defensa" del tal Burnett. Está claro que el primer culpable en todo esto es el propio Jon por trabajar gratis, por fiarse, por creer, por ingenuo... Y sin duda, hay que darle una palmadita en el hombro a los responsables de esta campaña millonaria que irónicamente lleva como eslogan "El mayor premio es compartir". Sí, a todos esos empresarios despiadados, avariciosos, frívolos y sin escrúpulos hay que felicitarlos. Son excelentes hombres de negocios. Ahora mismo estarán chupándose las pollas unos a otros mientras encienden los puros del éxito con billetes de 50. Ahora bien, seréis grandes en los negocios, pero no valéis un duro como personas. Cuando se pide colaboración para un proyecto y finalmente ese proyecto obtiene beneficios lo correcto es que el mismo equipo que trabajó desinteresadamente desde el principio sea el que también trabaje cuando se ha ganado el concurso (porque el concurso se ha ganado gracias a todos ellos, sin excepción). Y de últimas, si no es posible contar con todos porque los mandamás exigen cambios en el equipo, lo mínimo es, en primer lugar avisar (cosa que según Jon no hicieron) y en segundo lugar, recompensar el trabajo realizado ahora que sí hay dinero y que encima me habéis dejado fuera. Es cierto... como no había papeles firmados previamente no pasa nada. Ahí el error de Jon. Pero también es cierto que hay que ser un cerdo para no tener en cuenta a los demás poniendo lo que es legal por encima de lo que es moral y dormir tan tranquilo.
Ahora miro el anuncio de la lotería con asco, porque toda la bondad que en él se predica se la pasan por los huevos los mismos creadores. "Tú sé bueno y comparte que para cabrones ya estamos nosotros". Ese es el verdadero mensaje.
Me toca de cerca todo esto porque yo misma he hecho y hago trabajos no remunerados dando por hecho (y éste es el error) que si hay cualquier tipo de beneficio, ya sea económico, o a nivel promocional, ese "trabajo gratis" se verá recompensado. Y sí, también he sido víctima de algo parecido. Colaboré en un cortometraje, el cortometraje ganó un premio y a mi no me ha tocado nada. Y no es culpa de la gente con la que he trabajado, sino de otras personas que no tienen relación directa conmigo y les da igual. Y esa gente, a parte de dejar en mal lugar al director del corto, se caga en mi trabajo. ¿A quién le echamos la culpa? ¿A los que han sido desconsiderados? ¿A los que no han sabido echarle huevos y defender a su equipo? Sin duda, la única culpable soy yo, por "dar por hecho" las cosas. En mi caso me da un poco igual. No iba a ganar dinero, es más me iba a costar a mí. Son las formas lo que me indigna. En el caso de este tipo da más coraje. Solo hay que ponerse en su lugar. Lo dejan fuera de un proyecto millonario, y ni siquiera le pagan por el trabajo previo.

Jon, ojalá compres un billete de lotería y te toque el gordo.

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