domingo, 9 de noviembre de 2014

Forgiven not forgotten

Con una nueva obra en proceso para microteatro, "Las mujeres que aman demasiado... o no", el largometraje, el próximo corto, y las nuevas clases de cine y danza, creo que hoy me puedo sentir satisfecha. Además, "Chocheando" ha sido seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, en la sección MURcine, lo que contribuye más a mi satisfacción general. Dejo por aquí el enlace al otro corto que estrenamos hace unos días, "El Olvido", y que estoy segura que será seleccionado en más de un festival. Mi participación en él, aunque mínima, me hace formar parte de un trabajo que considero GENIAL.

Pinchar aquí---> El olvido - Cortometraje - Vìdeo Dailymotion

Ya he comenzado las clases de Interpretación ante la Cámara. Solo llevo dos pero, de momento, el entrenamiento me viene muy bien. Y el lunes comienzo Danza Aplicada a la Escena en el Laboratorio de Artes Escénicas Vladimir Tzekov. Es todo lo que económicamente me puedo permitir, pero creo que he dado con lo que buscaba para este año: cine y danza. El entrenamiento en teatro lo tengo incluido en los ensayos de la obra de "Las mujeres..." porque Cristina nos está enseñando muchísimo cada día. Con Javi de la Torre me he metido en la creación de una obra para microteatro. Difícil darle forma a lo que, de momento, es solo una imagen esperpéntica, pero creo que pronto le daremos salida. Son muchas las cosas que tengo en mente para trabajar, también porque me salen proyectos al margen, como el nuevo cortometraje en el que voy a participar, esta vez de la mano de Cristian Genovés y su Caja de Sombras.

Pero estar satisfecha no significa estar conforme. Con todo, sigo en la lucha por no caer de esta cuerda floja que es mi vida, a la que se sube cada vez más gente en la cual no confío, y que por momentos me hacen perder el equilibrio. Pero no dejo que afecte a mi trabajo, aunque algunos estén relacionados. Hoy perdono a muchos (los que dieron la espalda, los que no tuvieron ninguna consideración, los que no supieron valorar) pero no me olvido de nadie, porque eso sería un error. Si de algo sirven las malas experiencias es para aprender de ellas. Va una con más cuidado cuando sabe a lo que se enfrenta o con quién está tratando. Pero tampoco es que sea una fórmula mágica antisufrimiento. Si te dieron con fuerza una vez, te pueden dar una segunda con más fuerza, y verlo venir no significa que no te dé, pero al menos te pilla con armas. No se puede (ni se debe) vivir pensando cuándo será la próxima, por qué será esta vez, o de parte de quién vendrá. Mejor ceñirnos al plan; alerta, pero sin darle mayor importancia. A veces se lucha y otras es mejor dejar que luchen los demás. La huella está ahí y si lo has hecho bien no hay nada que borrar. Y esas cosas simplemente se saben. No hay más. El poder es solo aplicable a una misma.

Y después de esta paja mental de domingo nublado, que no tiene mayor intención que la de recordarme a mí misma dónde estoy, me pongo música, y mate, y textos por delante en esta bendición de soledad. Y el Dalai Lama for Dummies, que se lo coman otros porque para hipocresías no tengo un segundo de mi tiempo.










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