martes, 1 de abril de 2014

Mi vida y tu cine

Ya va quedando menos. No me banco esta ciudad. La gente que quiero está en Granada o alrededores, pero la gente que me aburre también. Los espacios se hacen cada vez mas pequeños y acabas recurriendo a la monotonía de hacer siempre lo mismo por nada y para nada. Solo por estar haciendo algo. Quizás con dinero lo vería de otra forma, haría mas cosas o mejores. El dinero no dará la felicidad peo da el poder. Con dinero la gente no te chulea, ni pasa de ti, ni te tienen esperando. No tienes que andar detrás de cualquier imbécil, ni tienes que conformarte. Con dinero es más fácil tomar decisiones, es mas fácil vivir. Por otro lado el dinero no compra verdades, ni hace cambiar a una persona (a lo mejor solo en apariencia). Yo creo que la vida ha hecho que me dedique a este oficio para desarrollar el don de la paciencia. Pero al final es todo cuestión de suerte. Esto me recuerda que leí hace poco una entrevista a Woody Allen que me pareció interesante y la traduje:

Sr. Allen, ¿cree verdaderamente que la felicidad en la vida es imposible?
Esa es mi perspectiva, y lo ha sido siempre. Tengo una visión muy lúgubre y pesimista sobre esto. Siempre la tuve, desde que era un crío; no es que haya ido a peor con la edad o algo. En verdad siento que es una experiencia triste, dolorosa, horripilante y sin sentido, y que la única forma de que puedas ser feliz es que uno mismo se mienta y se crea a si mismo.

Creo poder asegurar que la mayoría de la gente no estaría de acuerdo.
Pero yo no soy la primera persona en decir esto, ni el más elocuente. Ya lo dijeron Nietzsche, Freud, Eugene O’Neill. Uno debe tener los delirios de uno para vivir. Si miras a la vida con demasiada honestidad y claridad, la vida se hace insoportable porque es una iniciativa bastante desalentadora, no lo negarás.

Me cuesta imaginar a Woody Allen teniendo una vida tan dura…
Yo he tenido mucha suerte y he hecho de mi talento una forma de vida muy productiva para mí, pero en todo lo demás no soy bueno. No soy bueno enfrentándome a la vida, ni siquiera en las cosas más simples. Esas cosas que para la mayoría son un juego de niños para mí son un trauma.

¿Puedes darme un ejemplo?
Registrarme en un aeropuerto o en un hotel, relacionarme con otra gente, salir a dar un paseo, comprar cosas en una tienda… He estado trabajando con la misma máquina de escribir Olympus desde que tenía 16 años, y todavía parece como nueva. Todas mis películas fueron escritas con esa máquina, pero hasta hace nada, ni siquiera había podido cambiarle la cinta de tinta de color por mí mismo. Había veces que invitaba a la gente a cenar solo para que me cambiaran la cinta. Es una tragedia.

¿Desconfías de las cosas buenas de la vida?
La vida está llena de momentos buenos (ganar la lotería, ver a una mujer guapa, una buena cena), pero todo es trágico. Es un oasis muy agradable. Coge una película, por ejemplo, “El Séptimo Sello” de Bergman. Esta peli es una gran tragedia, sin embargo hay un momento en el que él está sentado con los niños, bebiendo leche y comiendo fresas silvestres. Pero luego ese momento maravilloso pasa y vuelves a la verdadera existencia.

¿Eres igualmente pesimista en el amor?
Uno depende mucho más de la suerte de lo que creemos. La gente dice que si quieres tener una buena relación, tienes que trabajar en ella. Pero eso no se escucha de algo que realmente te guste, como navegar o jugar al fútbol. No dices: tengo que trabajar en ello. Simplemente, te gusta. No puedes trabajarte una relación; no puedes controlarla. Tienes que tener suerte y afrontar tu vida. Si no tienes suerte, tienes que prepararte para un poco de sufrimiento. Es por esto que la mayoría de las relaciones son tan difíciles y causan dolor. La gente está junta por inercia, no tienen la energía. Ya sea por miedo a estar solos, o porque tienen hijos.

¿Puede un hombre querer a dos mujeres a la vez?
Y a más de dos (Risas). Yo creo que se puede. Por eso los romances son tan difíciles y dolorosos, algo tan duro y complicado. Tú puedes estar con tu esposa, felizmente casado, y de pronto conoces a otra mujer y te enamoras de ella. Pero amas a tu esposa también. A ella y a la otra. O ella puede conocer a un hombre y enamorarse, y también quererte a ti. Y luego puedes conocer a otra persona, y entonces te divides en tres (Risas). ¿Por qué solo una persona?

Las cosas podrían enmarañarse un poco si alguien sigue tu consejo…
Es importante que uno mismo se controle porque la vida se puede volver muy complicada si no lo haces, pero el impulso aparece a menudo. Algunos dicen que la sociedad debería ser más abierta. Eso tampoco funciona. Creo que es una causa perdida. Si vas detrás de la otra mujer, es una causa perdida y no es bueno para tu relación o tu matrimonio. Si tu relación es abierta y te lo permiten, tampoco es bueno. Al final no hay forma de ser feliz a menos que tengas mucha suerte.

¿Lloras alguna vez?
Lloro en el cine todo el tiempo. Probablemente sea el único lugar en el que lloro, porque me cuesta llorar. En “Hannah y sus Hermanas” había una escena en la que se supone que tenía que llorar, y lo intentaron todo, pero fue imposible. Me soplaron alguna cosa en los ojos y no pude llorar, pero en el cine sí que lloro. Es como magia. Como con el final de “El Ladrón de Bicicletas” o “Luces de la Ciudad”. Es el único lugar. Nunca en el teatro y casi nunca en la vida.

Solías protagonizar casi todas tus películas, pero en los últimos años has ido apareciendo cada vez en menos. ¿Por qué?
Solo porque no hay un buen papel. Durante años interpreté al romántico, y luego ya no pude hacerlo porque me hice demasiado viejo. No es divertido no interpretar al chico que consigue a la chica. Te puedes imaginar lo frustrante que es hacer estas películas con Scarlett Johansson y Naomi Watts y los otros tíos se quedan con ellas mientras que yo soy el director. Yo soy ese hombre viejo que hay por ahí que es el director. No me gusta eso. Me gusta ser el que se sienta en frente de ellas en el restaurante, les mira a los ojos y les miente. Y si no puedo hacer eso no me es divertido salir en las películas.

¿Cuál es tu postura sobre hacerte mayor?
Lo encuentro abominable. No hay ventajas en hacerse mayor. No te haces más listo, ni más sabio, ni te vuelves más delicado, ni más amable, nada bueno ocurre. Te duele más la espalda, te indigestas más, tu visión ya no es tan buena, necesitas un audífono. Es un mal negocio hacerse viejo, y te aconsejaría que no lo hicieras si puedes evitarlo. No tiene una naturaleza romántica.

¿Dejarás alguna vez de hacer películas?
Simplemente disfruto trabajando. ¿Dónde más podría desarrollar la ambición? Como artista, estás siempre persiguiendo el gran último éxito pero nunca parece que lo alcances. Ruedas una película y el resultado siempre podía haberse mejorado. Lo intentas otra vez y vuelves a fracasar. De alguna forma lo encuentro divertido. Nunca pierdes de vista tu objetivo. Yo no hago mi trabajo para ganar dinero o para batir un récord en taquilla, simplemente pruebo cosas. ¿Qué ocurriría si alcanzara la perfección en algo? ¿Qué haría entonces?

Extraído de: http://the-talks.com/

Leí esta entrevista la semana pasada con 39 de fiebre y 0 de autoestima por los últimos acontecimientos de mi vida que, prácticamente en todos los ámbitos, han sido muy desalentadores. Supongo que me gustó ver que hasta los más grandes tienen problemas. ¿Por qué parece que los genios son en el fondo seres pesimistas y trágicos? ¿Implica la inteligencia un alto grado de fatalidad? Tiene sentido… las personas inteligentes no paran de hacerse preguntas, tienen curiosidad, inquietudes, dudas. La cabeza no para de funcionar para resolver cuestiones, encontrar verdades, darse respuestas lógicas. ¿Es eso lo que nos lleva al abismo? ¿Es por eso que dicen que cuando buscas la verdad corres el riesgo de encontrarla? ¿Tan horrible se presenta que no la soportamos? No me considero una genia de nada en absoluto, pero sí reconozco mi sed por encontrar respuestas a cuestiones que nadie se pregunta (¿por miedo?). Sí me considero inteligente, que no lista, y tal vez por eso tenga una visión tan oscura de la realidad. Seguro que se puede ser inteligente y feliz, pero no es lo que la historia cuenta. Los grandes artistas de todos los campos (si no todos, la mayoría) han tenido una vida turbulenta, han tenido que sobrevivir a sí mismos, muchos ni siquiera eso. Claro, que no hace falta ser artista para vivir atormentado. Será verdad que en el fondo todo es cuestión de suerte, hasta vivir. 
Cuando estás enferma valoras mucho más eso de tener salud, algo de lo que no nos acordamos hasta que lo perdemos, como suele pasar con todo en la vida. Así que mezclándolo un poco todo, he decidido "relajarme" y ser más optimista (lo cual no es otra cosa que ser una pesimista resignada). Voy a coger dinero del que no debería tocar, y me voy a ir de tiendas, que ya es primavera y apetece salir. Y como no me he dado un capricho en meses (muchos meses), pues eso... me voy a lo pretty woman, a llenar mi vida y mi armario, a salir los fines de semana y a pasar de los gilipollas. Allen supo enmarcar sus miedos y frustraciones en  la comedia; creo que es una buena forma de esquivar a los fantasmas. Yo seguiré igual de trágica, seguro, pero más mona. 

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