sábado, 8 de marzo de 2014

Lo desconocido

Cada vez tengo más claro que solo yo puedo salvarme. Lucho sola contra todo, y eso me ha dado alegrías en muchas ocasiones. En otras, la verdad, me he venido abajo, no he podido… Tras una semana de infarto, el parón necesario me crea una ansiedad de no sé qué… de seguir, de más. Y se viene más, si… pero el ánimo flojea a veces. Confío en mi como mucho, y ni siquiera yo misma cumplo a veces con mis propias expectativas. Ya no me importa quién me acompañe, prefiero la alegría de la sorpresa, prefiero al desconocido y la opinión del que no se mueve por amistad o compromiso. Por eso solo puedo agradecer a tanta gente que nos ha seguido estos dos días en el Café-Teatro El Jardín, y sus palabras, y sus propuestas. No quiero reencuentros, quiero novedades, otras caras, otros aires, otras formas de hacer teatro. Creo que empieza una nueva etapa a nivel emocional, difícil, mucho… pero que puede que me lleve por un lugar que desconozca, para renovar mi fe y creer de nuevo en algo. El 21 de marzo ya es primavera y yo la empiezo de blanco en una sala negra, haciendo microteatro y esperando solamente el próximo pase. No hay nada más allá.

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