miércoles, 30 de enero de 2013

TIEMPO


El tiempo pasa lánguidamente, todo avanza a un ritmo lento y torpe. Me enfado con los relojes y los calendarios. Detesto este infinito mes de enero y el vértigo de sus horas eternas. Y en medio de todo esto hay proyectos que nacen y otros que mueren, hay estampas de paisajes con nieve, luces de la ciudad al atardecer, un cine solitario, películas que hablan de amor, escapadas que no hago y recuerdos que no olvido. Y sigo insistiendo, y esperando, y queriendo creer, pero no pasa nada… Y solo la luna parece decirme algo, pero también me he cabreado con ella y ya no la escucho.

Tiempo de ermitaños. Tiempo de valientes. Tiempo de pacientes.

No es mi tiempo.

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