domingo, 25 de junio de 2023

Chin chin

Parecía difícil, casi imposible. Se acercaba el día, se agotaba el tiempo, y apenas escribía una frase decente cada vez que releía alguna idea medio buena entre las muchas notas esturreadas. Ni siquiera era capaz de abrir el documento; me generaba un estrés de la hostia. 

Pero esta semana era la última, ya no podía retrasarlo más. Me puse mi camiseta de "Busy Bee", cambié de habitación y, sólo con eso, di con la fórmula mágica. No he asomado la nariz a la calle en toda la semana (salvo para sacar al perro por la noche), he comido poco para no sentirme pesada, he dormido mucho de noche para no tener sueño de día, y he escrito todo lo que tenía que escribir. Ayer por la mañana le puse fin a un monólogo de quince páginas. 

Hoy era la fecha límite. Un día para celebrar, para cumplir, y para brindar por lo que vendrá. 

Cu later!



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