lunes, 21 de mayo de 2018

Qué decir... si ya lo sé


En un mundo perfecto donde el miedo, la vergüenza o el orgullo no tienen cabida, podría decir que entre mis sentimientos encontrados está ese “te echo de menos”, que a causa del miedo, la vergüenza o el orgullo de este mundo imperfecto, nunca saldrá, y se consumirá en la hoguera del olvido. Y el ángel oscuro del hombro contrario volverá a ganar, porque él sabe que para sobrevivir en la jungla hay que ser más fuerte. Pero a pesar de estar haciendo lo más sensato, lo más prudente o lo que me veo obligada a hacer, hay momentos en que desearía cambiarlo todo, y que, aunque el final sea el mismo, exista una ínfima posibilidad de cambiar el principio.
Ya queda poco para dejar de esconder evidencias, y en los últimos tres meses he tratado de definir mi futuro más inmediato sin lograrlo. Tengo planes para el verano pero no sé dónde estaré una vez que pase, porque tampoco sé dónde quiero estar. No tengo nada definido ni aquí ni allí, nada que tire de mí para tomar una decisión. De poco sirve que me adelante. Puede que mi suerte cambie, o que haya más mundo para mí fuera de Granada o Madrid. Tengo a quien me acoja cuando esté sin piso por si me llaman de la agencia o de algún casting y, hasta entonces, veremos cómo va trabajar con la nueva “Calderilla Teatro”. Hay tres grandes actores conmigo y montones de propuestas para vender. El fin de semana pasado nos estrenamos con Roy y una de piratas, y Santervás se incorporará pronto. Aprenderé a manejar títeres, a desenvolverme en la calle, a luchar bien con espadas, a hacer sombras… y si eso se traduce en pasta, mucho mejor. Necesitaré ahorrar este verano para lo que sea que haga después. 
Queda nada para mi cumpleaños y aunque ya ni tenga piso, me gustaría “celebrarlo” entre Granada y Madrid, cual boda gitana. Mi gran regalo sería brindar con la gente que quiero, uno a uno, por el ahora, por lo que fue, por lo que no será jamás. Pero es desear un imposible... No todos estarán (algunos ni siquiera sé por dónde andan y otros vuelan por el universo infinito). Pero pase lo que pase, me alegraré al menos de haber acabado, por fin, con estos malditos 35.  

No hay comentarios: