domingo, 24 de agosto de 2014

Carne de cañón

A veces tengo que hacer verdaderos esfuerzos sobre humanos para entender los intereses de los demás. Qué quieren de mí, por qué o para qué. ¿Y qué pasa después? ¿Se desecha a las personas cuando ya no te sirven? ¿Qué fin maquiavélico se esconde detrás de ciertos comportamientos? Siempre he pensado que ser bueno o malo es algo subjetivo, como la belleza. Depende de los ojos que te miren. Pero hay casos evidentes en los que no cabe duda, ni subjetividades, ni leches. Casos en los que la maldad actúa a conciencia. Quizás sea difícil entender las motivaciones de la gente que hace daño (trastornos mentales, venganzas, odio, rencor, autodefensa, simple chulería barata…). Sea por la razón que sea, a las personas dañinas las quiero bien lejos. Envenenan, son tóxicas, y no aportan nada a tu vida que no sea  mal rollo (y mal rollo en el mejor de los casos). Creo que moverse solo por intereses es de ser muy bajo. Impide ser considerado con la gente, con sus sentimientos y a veces causan daños irreparables sin ni siquiera ser conscientes de ello. Yo he aprendido a blindarme de arriba a abajo porque soy muy de creer en los demás, en que nadie hace daño por el placer de hacerlo, pero en la mayoría de los casos hacemos daño sin querer, o pensamos "igual le jode un poco, pero tampoco se va a morir por eso...", y entonces parece que el mal está justificado; nos quedamos con la conciencia tranquila. No voy a excluirme porque seguramente yo habré hecho daño sin querer alguna vez, pero jamás a conciencia. Lo que sí hago por sistema es tratar como me tratan, e incluso en esos casos he sido más que benévola (por no decir imbécil) con mucha gente, quizás por pensar como una ilusa que así, lo mismo, son los demás los que se ponen a mi altura y no al revés, pero rara vez funciona. Supongo que hay que ser un poco hija de puta, pero me jode tener que adaptarme a eso cuando yo no soy así. A la gente se le llena la boca diciendo “sé tú misma”, comparte cartelitos de "quiérete tal como eres" en el facebook, y ese tipo de chorradas, pero cuando te comportas como eres en determinados contextos te dicen “no tenias que haber hecho eso", "no tenías que haber dicho aquello", "no tenías que haber reaccionado así". Yo sé que por ser como soy he perdido algunas cosas pero por esa misma razón también he ganado muchas otras. Citando a Sabina “por decir lo que pienso sin pensar lo que digo, más de un beso me dieron y más de un bofetón”.
Me pasó hace poco que me invitaron a participar en una maratón de teatro en Atenas, y una vez más los intereses mandaron a la mierda cualquier tipo de consideración personal. No voy a decir que no me dolió pero en el fondo, este tipo de golpes, me ayudan a cultivarme más, a conocer a las personas (a las que se han portado bien y a las que no), y en cierto modo, no renunciar a lo que soy, aún a riesgo de bofetones, siempre es una victoria. Si te haces valer, te valoran; no hay más. Puedo ser carne de cañón, pero solo una vez por persona.Yo también tengo mis propios intereses...

No hay comentarios: