miércoles, 2 de octubre de 2013

Mirar hacia dentro y seguir adelante

A veces hay que tomar decisiones que no quieres, aceptar los cambios, tomar otros caminos... Ante esa nube de humo que te hace doblar el cuerpo con dolores abdominales, fiebres injustificadas, vómitos de nada, solo hay una cura: paz interior. Y nadie puede proporcionártela, ni siquiera una misma puede mientras esté pendiente del mundo exterior, que viene a contaminar con su ruido tu silencio y que muy pocas veces merece tu atención.
Sé quién soy y no tengo nada que reprocharme; ya no... salvo el hecho de permitir que todo me afecte. Ojalá fuera más fuerte en ese sentido. Pero hacerme fuerte implica renuncia, y hasta renunciar al dolor cuesta mucho a veces, a pesar de saber que es lo mejor y que siempre ganaré más de lo que pierdo (al menos en salud).
Me ha costado mucho entender las cosas como son. Mucho. Por suerte, mis momentos de lucidez me han dado respuestas y me han permitido seguir adelante con o sin ayuda. Y ahora sé que nada ni nadie tiene derecho a romper lo que tanto me ha costado construir, mi estabilidad emocional (de la que ahora sé que me puedo sentir orgullosa), mis ilusiones, mi esfuerzo por crecer en este incierto oficio en el que me he metido... mi vida... Jamás apostaré por las personas que intenten manipular mis emociones, ni por las que me hagan llorar, ni por las que piensen que el fin justifica los medios.
Y siguiendo en mi senda, renuncio a lo dañino pero nunca a mi trabajo que es lo que me mantiene viva. Por esa razón, me desvinculo de unos y me adhiero a otros y con suerte, previa entrevista, tendré la oportunidad de trabajar en un curso de Laboratorio Teatral con dos de los más grandes maestros de Granada: Piñaki Ruiz y Mayi Chambeaud. Si consigo entrar tendré además como compañera a una persona estupenda y gran actriz que ya es mi compañera en La Luna Teatro, y que como persona vale mucho y me inspira solo cosas buenas: Mª Carmen Díaz. Aparte intentaré con Piñaki montar un taller de Interpretación ante la cámara. Y la semana que viene ruedo otro cortometraje con David Eating y Aqueronte Films.
En otro orden de cosas, ando detrás de varios trabajos que me den la estabilidad económica que necesito para hacer las maletas y volar a NY y con suerte no volver nunca, aunque eso ya es soñar demasiado.
Por lo pronto, disfrutaré de lo que tengo que no es poco, todo un año lleno de bolos, un contrato como actriz profesional y todo lo que va saliendo casi sin buscarlo, que es lo que le da sabor a la vida. Y el que no me quiera que no me busque. Porque yo juego fuerte y no todos pueden seguirme el ritmo.
Sé que hoy no es el día, ni tampoco lo será mañana, y quizás tampoco el mes que viene, pero ese día llegará, y volveré a sonreír... porque me lo he ganado.

No hay comentarios: