Una noche con Santi Rodríguez

No todos los días tiene una el gusto de conocer a personas que ves por la tele, y que cuando los tienes enfrente te olvidas que los viste en la tele, porque se muestran cercanos, hablan contigo como lo haría cualquiera e incluso te dan una mano. He tenido la oportunidad de conocer (bueno, conocer es decir mucho... más bien, de intercambiar unas palabras) con muchos famosos (no es un término que me guste utilizar pero, en fin, para que se entienda) y no todos han sido tan agradables como Santi. La mayoría se muestran "correctos", se hacen la fotito y listo. Una tampoco espera mucho más, y eso también depende del interés que tú tengas en esa persona. Santi se hizo la foto conmigo, sí, pero además fue él quien inició la conversación diciendo que si yo le había escrito algo en twitter hacía un rato. Yo, que no sabía cómo acercarme a él, aproveché la ocasión y nos pusimos a hablar. Con otros lo mismo te conformas con saludarlos, con darles un beso y hacerte la foto, pero con ciertas personas te interesa algo más. Santi es como de casa, empezó en el Liberia, hace teatro, en fin... es del gremio, y para mí poder charlar con él era una forma de aprender algo más, de estrechar lazos con los que hacen lo que haces tú pero a un nivel más elevado; todo sirve, todo suma... Se ofreció a pasarme textos, a ayudarme a aumentar mis seguidores en twitter, me dio consejos. Y no me considero especial por eso, porque me consta que lo hace con todo el mundo. Lo considero especial a él. Yo solo he tenido la suerte de encontrarlo y ha sido mejor de lo que podía esperar. Por eso desde aquí, desde mi espacio, dejo esta nota como mero recuerdo de la noche del 11 de abril de 2012, en la que esta persona contribuyó a poner una velita más para iluminar el oscuro camino en el que me he metido. Solo eso... que no es poco!
Y por cierto, el espectáculo fue MARAVILLOSO!