La
vida te lleva por caminos misteriosos, y una se deja llevar con cierto recelo
porque se repiten situaciones ya vividas, con otros nombres y otras caras, y
nunca sabes lo que va a pasar. No quiero nada que se parezca mínimamente a lo
ya vivido, sobre todo porque siento un rechazo inminente ante todo aquello que
me haga recordar cosas que aún no he olvidado. Prefiero “terminar” con dignidad
lo que empecé y sólo entonces podré elegir bien. Agarrarse a un clavo ardiendo
no es la solución y, sin embargo, a veces, me sorprendo a mí misma buscándolo.
Por
eso contacté con aquel escritor y lo descarté. Por eso acepté la invitación de alguien
que dio conmigo por casualidad y voy, de entrada, con el “no” en la boca. Por
eso contesto pero no llamo. Por eso escribo y luego borro. Por eso busco la forma de regresar y aquí sigo. Por
eso hay días que me da igual, y días que te cambian la foto y maldices al
mundo. Por eso a veces exploto, y lo quiero todo, y desenchufo la neurona, pero la memoria no me deja en paz. Porque hay un escenario con el que soñar despierta. Con vino y música y una luz tenue sobre el sofá. Y hay un balcón a la calle, iluminada en la noche, y hay calcetines y almohadas y una tele encendida. El único sitio que, fuera de mi casa, he podido llamar hogar… y no llevo bien el desahucio.
Y por eso, mientras siga en el mismo camino, lleno mi tiempo de historias salpicadas. Trackeando un casting importante al que me presenté hace poco y
teniendo cada vez más claro que esto es una lotería y que, probablemente,
tengan más suerte los que te dicen “pa no habérmelo estudiao… me ha ido bien”
que aquellos que, como yo, nos tiramos dos días preparando un personaje que
después te cambian sobre la marcha. Lidiando con los imbéciles que opinan por
opinar y que se equivocan de bando cuando te dan consejos sin
tener ni idea de lo que hablan, defendiendo así a la parte contratante (que es
la que importa, claro). Ajustando los cambios necesarios para no escuchar ni
pío a partir de ahora en cuanto a mi trabajo se refiere. Ensayando la última movida en la que me he metido, más
por training que por dinero, y más por excusa que por placer.
Por eso tanto retraso, por eso tanto recelo... por eso, esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario